De acuerdo a la agencia EFE, la Denominación de Origen Ribera del Duero ha dado por concluida la vendimia de 2019 con un total de 94,3  millones de kilos de uva recogidos, el 24,75 por ciento menos que el pasado año, según ha informado el Consejo Regulador a través de su página web.

A falta de que las últimas bodegas cierren sus tolvas y se incorporen los últimos restos de fruto recogido y el Consejo Regulador haga público su informe definitivo de vendimia, esta cantidad supone una merma respecto a la cosecha de 2018, cuando se alcanzaron los 125,4 millones de kilos de uva, aunque las bodegas coinciden en la expectativa de una “excepcional calidad”.

Atendiendo a las 23.205 hectáreas de viñedo registrado en el órgano gestor ribereño en 2018, esta cifra supone un rendimiento medio por hectárea de 4.067,4 kilos, también muy por debajo de las siete toneladas permitidas por el reglamento.

Al margen de la cantidad de uva recogida, la sensación generalizada en el sector, según fuentes consultadas por EFE, es que la añada de 2019 será de una excepcional calidad. Aunque la sequía sufrida por la falta de precipitaciones en verano ha impedido que el fruto cogiera mucho peso, en líneas generales este se encuentra en perfecto estado sanitario y los parámetros registrados -taninos, color, acidez y PH sobre todo- alcanzan unos niveles óptimos.